Gwendoline Hernot, una innovadora emprendedora de Bretaña, ha decidido desafiar las condiciones marítimas creando barcos autónomos que capturan la energía de las olas. Con dos títulos de Máster en ingeniería mecánica y en hidrogéologie, está desarrollando su empresa, Unda, dentro del incubador IMT Atlantique en Rennes. Su prototipo inicial de dos metros está programado para lanzarse en 2026, con la idea de fabricar barcos de diez metros en el futuro. Estos barcos, usando Inteligencia Artificial, identificarán las mejores condiciones marítimas para optimizar la producción de energía, aspirando a alimentar zonas aisladas como la isla de Ouessant.
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Toggleel origen de una visión innovadora
Gwendoline Hernot ha dado un giro audaz hacia el futuro de la energía, desafiando las expectativas con su enfoque en la energía marina. Creciendo lejos de la costa, imaginó nuevas posibilidades flotando sobre la hula. En su viaje académico, dos Masters de la universidad de Rennes le han equipado para transformar su visión en realidad. Su empresa, Unda, apunta a redefinir lo posible en el mundo del transporte marítimo y la producción de energía limpia.
Con el respaldo del incubador IMT Atlantique, su primer prototipo se aproxima a la línea de salida. Un pequeño barco, impulsado por las olas, acumula energía para un retorno virtuoso al puerto. La IA que guía la embarcación garantiza una exploración segura, eligiendo cuán y dónde lanzar el ancla para capturar la energía más eficiente. Este avance abarca una nueva dimensión en el aprovechamiento de los recursos naturales.
navegando hacia el futuro
Próximamente, el primer barco completamente operacional de Hernot tomará las aguas. Su visión es que una flota de estos navíos emerja para generar suficiente energía, principalmente en zonas aisladas. Con cada embarcación producida, el impacto potencial crece, impactando significativamente una red de islas que dependen de sus propios recursos. La aspiración es poder proveer toda la energía necesaria para comunidades enteras a través de estos barcos avanzados.
retos y recompensas
Los desafíos son inevitables al desarrollar una tecnología pionera. Gwendoline sabe que debe aprender de las experiencias pasadas, evitando los errores previos que llevaron al fracaso de otros proyectos marinos. Sin embargo, esta joven bretona se mantiene enfocada en su objetivo: una alternativa segura y viable que flexiona con las condiciones del mar. Esta flexibilidad representa una diferencia crucial y da a su innovación un margen competitivo.
Con reconocimiento ya obtenido en varios concursos como Pépites y auspiciada por la Biblioteca Nacional de Francia, sus esfuerzos no pasan desapercibidos. La expansión es el siguiente paso lógico, aspirando que sus barcos puedan colaborar en armonía para proveer energía renovable alrededor del mundo. Con cada ola que su barco transforma en electricidad, Gwendoline se acerca a un impacto que podría revolucionar cómo percibimos y utilizamos los recursos del vasto océano.